27 noviembre, 2006

Toda una vida


Ahí donde me veis, el 15 de mayo del año que viene cumpliré 87 años.
87 años, se dice pronto. Tan pronto como pasa el tiempo. Fugaz espacio que se pierde entre neblinas y ventiscas de desdicha. No sé si alguna vez me dió tiempo a mirar por el espejo retrovisor... Creo que no y si fue así, la velocidad con la que me deslizaba por esta vida no me dejó apreciar nada.
He pasado frío, hambre, pena y gloria que tejen estas arrugas. Todas las arrugas de mi piel. Me las he ganado a pulso, me pertenecen y estoy orgullosa de ellas. Con fuerza y brío, con golpes en el pecho y rosas rojas entre los dedos.
Muy pronto quedé viuda. Aunque pude sacar adelante a mis cuatro vástagos: lo más bello que una madre puede hacer. Lo máximo que un hijo puede esperar.
Luchar por mis niños, por esos pequeños retoños que llevan tu sangre, tu apellido, un tanto por ciento de tu corazón. Verlos crecer gracias a ti.
Toda una vida que se traduce en estas arrugas, estos suaves pliegos que esconden mucho más de cien secretos. Secretos que nadie sabrá, que arrastraré conmigo donde quiera que vaya.
Porque todo lo que he vivido ha ido dándole forma a este rostro. Rostro que ha quedado ya para siempre inscrito en este entramado de redes internaúticas, que los locos jóvenes denominais Internet.
Solo espero que esta imagen no se incendie, que perdure para siempre en esta retina electrónica.

* Esta es una historia ficticia, dedicada a todos mis Abuelos

22 noviembre, 2006

En voz baja (o alta)

"Nos enseñan a escribir para leer, pero no nos enseñan a escribir para besar el tímpano de la abuelita que vive en el 5º C"

Eso es todo lo que he sacado en claro de un curso que, como dicen los argentinos, recién he dado en la televisión, en la que estoy haciendo las prácticas.

El mundo de Tex

¡Hola! Me llamo - más bien debería decir: me han bautizado como - Tex. Soy un hamster ruso. Sí, de Rusia. Ese país del que tanto saben las Misses Españolitas, las guapas Misses españolitas...
Soy del país del vodka, en el que nació un tal Kalashnikov (de asqueroso recuerdo para todos...), de la nación en la que nació Anton Chejov (del que recomiendo leer un gran libro de recopilación de relatos cortos: Memorias de un hombre colérico y otros relatos humorísticos).
Pero el caso es que aquí me tienen... encerrado, sin posibilidad de escape, arrojado en una tierra extraña. En Macondo... ¿alguien sabe qué es Macondo? Podrían decirmelo, me harían un gran favor. Me ayudaría a comprender un poco el entorno tan violento en el que sobrevivo.
No sé porque pero hoy estaba inspirado, y he decidido escribir. Mi padre adoptivo (ese tal Sr. Nadie) me ha liberado para que correteara un poco por este teclado frío, y así están naciendo estas palabras... fruto de mi correteo por encima de estas teclas... Mi papá me ha dicho que él también escribe así: se sienta (no literalmente, claro) sobre el teclado y teclea... sin pararse a pensar en el verdadero sentido de lo que está escribiendo. Correteamos (él con sus manos, yo con mis minúsculas patitas de hamster ruso) para conseguir que nazcan las palabras que están encerradas entre los huesos.
Y el caso es que ya no estoy inspirado, así que creo que voy a volver a mi jaula. Sí, es cierto que allí no tengo mucho espacio, pero... y lo bien que se está refugiado, sin saber que nadie me va a agredir... tengo agua, comida, una rueda en la que hacer deporte y estar en plena forma para cuando venga mi hamstar rusa... no me puedo quejar, la verdad.

10 noviembre, 2006

Cuatro


Nacen y...
Se caen solas
van cayendo
por su propio peso (o empujadas)
Una a una
hasta formar
una letra (a)
una palabra
una frase (exclamativa)
un párrafo
un escrito
Suben
van subiendo
hasta llegar
a quien las lee (e)
descodifica
e interpreta un significado
Así mueren...

- - - - -
A propósito del nuevo disco de Ivan Ferreiro.

http://www.youtube.com/watch?v=1NUbRZOdGLQ&mode=related&search=

08 noviembre, 2006

Soy Ana Rosa Quintana

"Bajé a la calle y fui hasta Coney Island dando un largo paseo. Sentado en un banco del boardwalk, pensando en el intercambio de pensamientos, de sentimientos, de silencios, entre Nadia y yo, me di cuenta de que era precisamente su alma lo que se me escapaba, por más que ella se apoderara de mi cuerpo y me diera el suyo tantas veces.
Su cuerpo,
pero no:
me cuesta
demasiado
poner las palabras
los conceptos
en el lugar que les corresponden
Por eso
necesito escribir
sobre ella/sobre ti
Necesito escribir sobre ti en el diario, porque aquí, sólo aquí, puedo decir sin cortapisas lo que quiero expresar. Estando contigo no puedo, percibo tu tensión y al final opto por callarme. Así que espero a quedarme a solas para estampar en el papel palabras que estando contigo no me atrevo a utilizar. Reconozco que nadie sabe demasiado bien qué significan. Puede que no signifiquen nada, pero a mí me hacen falta. Las necesito para tratar de entender lo que me pasa. Contigo. Qué le pasa a mi alma cuando estoy contigo, qué me pasa cuando estoy dentro de tu cuerpo, y qué te pasa a ti, qué me transmites, qué te transmito yo. Yo, que nunca he tenido el menor atisbo de interés por nada religioso, siento que nuestros encuentros sexuales son una experiencia de ese tipo. No me dejas decirlo. Me doy cuenta de que para ti es otra cosa, o si es la misma, prefieres no verbalizarla. En eso eres distinta a mí, yo necesito manosear cada hecho, envolviéndolo en palabras, escribirlas después, y acariciarlas, una a una. Tenemos tanto miedo a llamar a ciertas cosas por su nombre. Sin embargo, todo lo que escribo ahora no es más que la verdad. Y si escribo pensando en unos ojos, es en los tuyos. Quizá algún día leas esto. No pienses que no me cuesta; aunque me atreva a llamar a las cosas por su nombre, no puedo evitar sentirme inerme al hacerlo. Algún día le daré forma a lo que escribo. Te devolveré a través de la escritura lo mucho que tú me has dado a mí. No sabía por qué iba escribiendo, pero ahora sé que tiene sentido por ti. Tengo en la cabeza la idea de escribir algo sobre Brooklyn. No sé qué clase de libro podrá ser, pero lo haré. No sé qué busco, sólo sé que es algo que se oculta tras las miles de palabras que no puedo dejar de escribir. No sé qué es, qué puede ser, pero me gustaría desenterrarlo y darle forma, sólo para ti. Para ti escribiré este libro, Brooklyn. Brooklyn nacerá gracias a ti, por culpa tuya."

Este es uno de mis fragmentos favoritos del maravilloso libro de Eduardo Lago, titulado Llámame Brooklyn.
Es una obra compleja, que tiene multitud de saltos temporales y a la que resulta complicado cogerle el hilo durante las primeras páginas. Sin embargo, solo por leer fragmentos como el anteriormente escrito, merece muchísimo la pena.
Alguien (como yo) termina de leer esto y piensa en la hermosura que entraña el hábito de escribir, de dejar caer los pensamientos sin ningún temor, de incendiar con palabras las experiencias que vivimos.

*Nota: Evidentemente, el título del post hace referencia a la actitud plagiadora de esta ¿comunicadora?.

02 noviembre, 2006

Tres



Desde este precipio escribo lo que dicta mi estómago.
Desdichado y cautivado, encerrado sin salida entre las dos nadas.
Hay viento que trae música y música que despeina el viento.
Trato describir, pintar sobre la arena este paisaje poético; y es entonces, cuando toco tus dedos, y me convierto en príncipe de mis tinieblas.
Arropado por tu amor me enfrentaré a mi destino: él y su bastón mágico no me podrán parar.
Soy tan fuerte como el silencio, tan profundo como la soledad que esquivo.
Menos mal que te tengo, y que por ahora no moriré solo: tengo tus brazos de hierro cálido para caer cuando menos lo espere.